La Capilla de la Virgen |
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La Capilla de la Virgen Aunque coloquialmente se denomina capilla de la Virgen, este espacio se halla bajo la advocación de la Inmaculada Concepción. Se halla ubicada en el lado norte de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Se accede a ella a través de una portada abierta a la nave del Evangelio. Su construcción fue costeada por la cofradía del mismo nombre, presente en la vida social de Navalcarnero desde finales del siglo XVI. Preside su retablo principal una imagen de la Virgen con el Niño. Su construcción La ceremonia de colocación de la primera piedra de esta capilla se celebró el 12 de mayo de 1619, en presencia de las autoridades eclesiásticas y civiles del lugar. Los trabajos fueron dirigidos sucesivamente por los maestros de obras Juan Martínez Encabo y Bernardo García de Encabo. Se desconoce quién fue el arquitecto que trazó este proyecto de capilla que tiene sus antecedentes más inmediatos en la arquitectura italiana de finales del siglo XVI. |
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La bóveda interior quedó sellada en los primeros días del año 1635. A partir de entonces se iniciaría la construcción del chapitel y de la sala de juntas que completan el conjunto. Las primeras decoraciones Terminada la sala de juntas de la cofradía y adecentado el interior del recinto, en noviembre de 1644 el visitador eclesiástico consagró la capilla de la Virgen de Navalcarnero. El hecho quedó reflejado para siempre en la leyenda que recorre el friso de la portada: “ESTA CAPILLA SE HIZO EN 1644 SIENDO MAIORDOMO JUAN BALDES BELASCO”. Un año después se instalaría el altar y retablo de la Virgen, que no era el actual, sino una vieja estructura de principios del siglo XVII fabricada por el retablista Juan Muñoz. Por aquel entonces debieron de comenzar los trabajos decorativos del interior de la capilla, limitados por la escasez de recursos. Según los inventarios de la cofradía (1682), en el cuerpo bajo se distribuía un modesto apostolado de lámina (grabado). Más arriba unas pinturas murales de escasa calidad, pero muy coloristas, representaban diferentes pasajes de la vida de la Virgen. En la actualidad se conservan ocultas bajo los lienzos de las Mujeres Fuertes del Antiguo Testamento. |
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El retablo y camarín de Pedro de la Torre
En 1661 se contrató con el arquitecto Pedro de la Torre la ejecución del retablo de la Virgen que hoy podemos contemplar. Fue trazado como si de una mampara se tratara, con el nicho central abierto y comunicado con un camarín construido para la ocasión. Este espacio permitía la circulación y el acceso directo a la imagen de la Patrona. Desde entonces las donaciones de los devotos fueron enriqueciendo este conjunto con la peana, frontales, arco de rayos y ángeles de plata. Nuevas decoraciones En las primeras décadas del siglo XVIII se llevó a cabo una importante renovación de las decoraciones de la capilla de la Virgen que coincidió con la reconstrucción del chapitel. Bajo el signo del Barroco más expresivo se formaron los ciclos pictóricos que podemos ver en la actualidad, que en general describen y ensalzan la vida y las virtudes de la Virgen. |
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El apostolado (cuerpo bajo) Se compone de 16 lienzos provistos de unos bellos marcos barrocos. Representan al colegio apostólico, al Salvador, la Dolorosa y a los Santos Papas San Sotero y San Cayo, copatronos de Navalcarnero. Se desconoce el autor o los autores de estas pinturas que, en algunos casos, siguen los modelos iconográficos de Rubens y Van Dyck difundidos por las sucesivas ediciones de estampas que reprodujeron sus obras. |
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Las Mujeres Fuertes del Antiguo Testamento (primer cuerpo) Estos lienzos triangulares se hallan encastrados en unos huecos del muro, tapando las pinturas murales antes citadas. Representan a las llamadas Mujeres Fuertes del Antiguo Testamento: Abigail, Débora, Esther, Judith, Jael, Raquel, Rebeca y Ruth. Todas ellas heroínas del pueblo judío que con sus acciones prefiguran las cualidades y virtudes de la Virgen (redentora, victoriosa sobre el demonio, mediadora, prudente, inteligente y diplomática). No se ha documentado la autoría de este ciclo mariano, aunque estudios recientes lo atribuyen al pintor Juan Vicente de Ribera (ca. 1668-1736) y a alguno de sus discípulos. |
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Los tondos de la vida de la Virgen (primer cuerpo, pechinas)
Representan la Anunciación, la Presentación de Jesús en el templo, la Coronación y la Asunción de la Virgen. Como en el caso anterior, se trata de pintura sobre lienzo de cierta calidad y autoría anónimo. |
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Gajos de la bóvedaL
os deterioros provocados por las humedades y los sucesivos repintes no permiten identificar con precisión la época en que fueron realizadas las pinturas murales que decoran la bóveda de la capilla. Representan a San Juan en Patmos, la imposición de la casulla a San Ildefonso, la Inmaculada, San Cristóbal y los Santos Padres de la Iglesia. Lunetos de la vida de la Virgen (camarín). Estos óleos pintados sobre lienzos ocupan los lunetos del camarín de la Virgen (10). Están dedicados a la historia de la vida de la Virgen: los Desposorios, la Anunciación, la Visitación, la Adoración de los Pastores, la Epifanía, Presentación de Jesús en el templo, Asunción y Coronación de la Virgen. Están atribuidos con mucho acierto al citado pintor Juan Vicente de Ribera. |
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La carroza de la Virgen
Desde por lo menos 1630 se tiene constancia de la existencia de una carroza triunfal que servía para sacar en procesión a la imagen de la Patrona el día de su fiesta mayor. Debía de tratarse de un frágil y delicado vehículo de madera pintada y dorada que el uso y el cambio de gusto artístico aconsejaban su periódica sustitución. La carroza actual fue construida en 1757 por Mateo de Medina, un maestro escultor y adornista que trabajó durante muchos años en la decoración de las puertas del Palacio Real de Madrid. De forma alegórica está tirada por un ángel y tres animales que representan a los evangelistas, según la visión de Ezequiel. Además se halla decorada por tres mancebos y angelotes que presentan y abren paso a la imagen. |