Navalcarnero - Turismo

Oficios siglo XV. Pintura mural
C/ Tío Canor

Navalcarnero conoció a lo largo del siglo XVI un importante desarrollo a todos los niveles. En apenas unos años atrajo a la población de los núcleos cercanos que dependían de la jurisdicción señorial. Las ventajas ofrecidas por la ciudad de Segovia a los nuevos colonos, la disponibilidad de tierras para el cultivo y, en general, la opresión ejercida por los señores de la región a sus vasallos favoreció el trasvase de población hacia el nuevo lugar.

La economía del vecindario se sustentaba en la agricultura, principalmente de secano. En los terrenos circundantes al pueblo se cultivaban el trigo, la cebada, la vid y el olivo. Con el paso de los años se impondría el cultivo y la producción vinícola, con caldos que abastecían los mercados de Segovia y Madrid.

Las escasas noticias documentales sobre este periodo confirman este vertiginoso aumento demográfico. Una declaración de uno de sus primeros moradores, Alonso Moreno, afirmaba que en el mes de marzo de 1500 un centenar de vecinos (un vecino = 4 almas) estaba construyendo sus casas. Otra de 1505 elevaba este número hasta los 150. En las Relaciones topográficas de Felipe II (1579) se declaraba una población de 500 vecinos, esto es, cerca de 2.000 habitantes. Pocos años después un memorial anónimo escrito por un jesuita (ca. 1585) fijaba este número en 700 vecinos. Cifra ampliada en el Donativo de 1594 a 726 vecinos. Es decir, en un siglo de existencia el lugar contaba con casi 3.000 almas. A estas cifras habría que añadir un número impreciso de inmigrantes –los conocidos como “gallegos”— que acudían a trabajar a los campos de Navalcarnero en época de recolección.

Además de estos datos, dos hechos no exentos de interés confirman esta rápida progresión demográfica. Por un lado, la necesidad de ampliar la primitiva iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, iniciada en torno a 1520 y prácticamente terminada a mediados de ese mismo siglo. En pocos años se vio superada su capacidad, por lo que en 1580 se comenzó la construcción de un edificio más amplio y monumental, del que sólo se levantaría su cabecera, la misma que hoy podemos contemplar. Por otro, la creación de un Colegio de la Compañía de Jesús a pocos metros de la citada iglesia parroquial.